No te sientas mal si cada vez que te sientas a estudiar encuentras una distracción y dejas tu momento de enfoque en el trabajo totalmente de lado. Es normal que, en lugar de concentrarte empieces a revisar las redes sociales y las notificaciones de tu móvil, a pensar en los pendientes que tienes para mañana, los planes que harás con tus colegas el fin de semana, la compra que tienes que hacer urgente porque ya no te queda comida en la nevera… En fin, a todos nos pasa que nos distraemos con facilidad cuando en realidad deberíamos estar concentrados y enfocados en los estudios.
¡No estás solo! Y tampoco es totalmente tu culpa. Vivimos en una era donde estamos expuestos a demasiados estímulos y distracciones constantemente, por lo que es de esperarse que nuestro umbral a la atención disminuya y seamos más propensos a desviar nuestra atención. Sin embargo, aunque esto es una realidad que incluso muchos científicos han estudiado, hay muchas maneras en las que puedes entrenar tu mente y tomar ciertas medidas que te ayuden a focalizarte en tus estudios para que tu tiempo sea más productivo.
Te daremos algunos consejos para que aprendas a centrarte en una cosa y excluyas todo lo demás que sucede a tu alrededor:
1. Destina un espacio adecuado para trabajar: esto influye mucho en tu concentración. ¡El lugar lo elijes tú! Pero es muy importante que sea silencioso, limpio, ordenado, cómodo y con buena luz. Aprovecha también de dejarlo todo preparado: tus apuntes, el agua, los bolis, y lo que sea que puedas necesitar; de esta manera evitas pararte cada 5 minutos e interrumpir tu dedicación.
2. Elimina distracciones: ya has elegido el lugar que mejor se adapte a tus gustos y necesidades, ahora es fundamental que te asegures de que no haya distracciones que puedan interrumpirte o acaparar tu atención, como tu móvil, una tele, o incluso tu madre que entra cada 5 minutos a la habitación para decirte algo.
3. Planifica tu jornada: definir los contenidos que estudiarás cada día o hasta dónde avanzarás en tu proyecto te ayudará a tener conciencia del tiempo que debes dedicar y tendrás perspectiva de cuánto has avanzado y cuánto te falta para terminar. ¡Y no lo dejes todo para el final! Sí, procrastinar es tentador, pero esto perjudicará la retención de tus conocimientos.
4. No mezcles asignaturas: enfocarte en una cosa a la vez incluye también las asignaturas, si pretendes estudiar todas las materias a la vez tu cabeza se volverá un lío y al final no recordarás nada.
5. Haz pausas para descansar: no le creas a nadie que te diga que puedes concentrarte productivamente en algo por más de 1 hora, tu mente también necesita descansar, ¡pero tampoco te excedas! Te recomendamos el Método Pomodoro: por cada 25 minutos de estudio, 5 de descanso.
Esto te servirá un montón no solo para estudiar o trabajar en tu TFG o TFM, también podrás adaptarlos y aplicarlos a cualquier otro aspecto de tu vida cuando estés haciendo algo que amerite toda tu concentración.