En la vida nos enfrentamos constantemente a situaciones que no salen como queremos. Tenemos ciertas expectativas de los resultados que esperamos obtener en todo lo que hacemos, y es más común de lo que nos gustaría que las cosas tomen un giro inesperado con un desenlace completamente opuesto. Lamentablemente, la etapa universitaria no se libra de esta realidad.
Llegar al final de tu carrera académica puede ser un verdadero desafío, y suspender el Trabajo Fin de Grado (TFG) o el Trabajo Fin de Máster (TFM) puede dejar un sabor muy amargo difícil de sobrellevar. Pero no te preocupes, no estás solo. De hecho, es más común de lo que piensas; según las estadísticas, alrededor del 10% de los estudiantes no superan este trabajo a la primera.
¡No es el fin del mundo! Sabemos que enfrentarte a un resultado diferente al que tenías en mente puede desequilibrarte emocionalmente, pero no permitas que tu mundo se venga abajo; esto es tan solo un obstáculo más que debes superar.
Queremos compartirte algunos consejos para que atravieses esta situación con resiliencia y apuntando a mejorar:
1. Respira hondo y analiza la situación. Mantén la calma y revisa qué ha fallado. Sabemos que es difícil, pero procura responder las siguientes preguntas con la mayor objetividad: ¿faltó dedicarle más tiempo al trabajo? ¿Tuviste dificultades con la metodología? ¿Echaste en falta orientación por parte de tu tutor?
2. Revisa las correcciones del tribunal. Solicita las notas y el acta de calificación para que los revises con detenimiento. Esto te ayudará a comprender mejor los errores que has cometido y evitarlos en el futuro.
3. Habla con tu tutor. Tu tutor es tu mejor aliado en este momento. Solicita una tutoría individual con él o ella para revisar las razones del suspenso, cómo mejorar y tus alternativas.
4. Revisa el reglamento de tu universidad. Cada universidad tiene su propio reglamento en cuanto a la evaluación y repetición de los trabajos finales, consulta el que te corresponde para que sepas concretamente los pasos a seguir.
5. Decide cómo quieres afrontar la siguiente convocatoria. En algunos casos, si el contenido del trabajo es correcto, te podría valer tan solo con mejorar la redacción, estructura y presentación de este. Pero, también puede ser necesario replantear el trabajo por completo. Esto significa que tendrás que elegir un nuevo tema, una nueva metodología o incluso un nuevo tutor.
6. Solicita una nueva convocatoria. Infórmate sobre los plazos para la presentación de la nueva versión del trabajo, las posibles comisiones de evaluación y las opciones de matrícula.
Lo más importante es que durante este proceso no te desanimes. Suspender no implica que seas un mal estudiante, simplemente significa que tienes que trabajar un poco más para alcanzar tu objetivo. Velo como una oportunidad para aprender de tus errores, mejorar y demostrar tu capacidad de superación.
En nuestro blog tenemos publicaciones que te servirán muchísimo para desarrollar tu proyecto final, ¡te invitamos a echarles un ojo! Y si aun así sientes que necesitas un empujón adicional para sacar adelante tu trabajo, escríbenos para solicitar tu presupuesto personalizado y nuestro equipo de profesionales te apoyará en todo el camino.